Ushuaia 18 de abril 2020.- El Ministerio de Salud lleva adelante la elaboración de un protocolo de trabajo para las personas con discapacidad, desde que se detecta algún episodio sospechoso de COVID-19, a partir del llamado al 107, a los efectos de que la ambulancia vaya preparada para atenderlas de la manera adecuada.

El hecho fue confirmado por el secretario de Atención a Personas con Discapacidad y Adulto Mayor, Omar De Luca, quien observó que, “la persona con discapacidad pueda ser recibida en el hospital teniendo en claro cómo hay que atenderla y darle tratamiento”.

 

A tales efectos se organizó este jueves una videoconferencia, con varios profesionales de Tierra del Fuego, guiados desde Buenos Aires por una profesional con mucha trayectoria y experiencia, inclusive con muchos contactos a nivel internacional, que es la doctora Fernanda Espinosa, Psiquiatra infantojuvenil y magíster en neurodesarrollo y trastorno de espectro autista.

Dicho protocolo debe contemplar “como atender a este tipo de personas, con anticipadores visuales y aplicaciones que se pueden utilizar para los trastornos auditivos o visuales” porque “la idea es que esté todo articulado, de tal manera que el paciente no sea discriminado”.

“El objetivo de esto es mantener las prioridades para cualquier persona y que estén incluidas las que tienen discapacidad”, señaló De Luca, quien resaltó la necesidad de que “no haya diferencia entre una persona con discapacidad y otra que no la tiene y sea todos iguales respecto a la atención hospitalaria”.

 

El Secretario de Atención a Personas con Discapacidad y Adulto Mayor destacó que la tarea de elaboración del protocolo se está trabajando “de manera interdisciplinaria”, y aseveró “está toda la gente muy interesada”.

Tras estimar que el protocolo “estaría listo la próxima semana”, De Luca subrayó que “sería el primer protocolo en esta materia a nivel nacional” de atención a personas con discapacidad “desde su internación hasta su posterior tratamiento, porque el trabajo dentro del hospital, cuando hay un niño tiene COVID-19 positivo y el padre o cuidador es negativo, o al revés, es necesario tener claro cómo se articula el trabajo con ambos”.