Ushuaia 19 de agosto 2022.- Dos crónicas publicadas en importantes medios nacionales relatan la riqueza de Península Mitre, cayendo bajo el encanto de sus embrujos naturales y culturales.
Así como quienes investigan la historia de los buques hundidos en Península Mitre se valen de los elementos arqueológicos que aparecen en las costas, de viejos registros y diarios de viaje, en la actualidad, diferentes crónicas de viajeros nos permiten ver cómo la importancia paisajística, ambiental y cultural de Península Mitre atrae a los ojos de quienes valoran las riquezas naturales de nuestro país.
Península Mitre tiene la característica de poseer -dentro de un área natural de gran importancia ecosistémica y belleza paisajística- una enorme cantidad de buques hundidos en la zona, lo que exalta su valor cultural. Dos notas publicadas recientemente por los diarios Clarín y La Nación, intentan sumergirse en la historia de estos barcos que no lograron su propósito.
El informe presentado por el diario La Nación cuenta la singular historia de unos canastos con vajilla inglesa que fueron encontrados en Península Mitre en excelente estado de conservación, de los que no se supone no pertenecen a un barco hundido, sino que fueron dejados allí en algún momento alrededor de 1860. Los motivos, un misterio.
La vajilla de Playa Donata es uno de los hallazgos de arqueología marina más importantes ocurridos en el país y forma parte de la historia que guarda Península Mitre en sus naufragios. La gran mayoría de ellos coinciden en haber sucedido durante la segunda mitad del siglo XIX, cuando aumentó considerablemente el tráfico marino, como consecuencia de la Revolución Industrial ocurrida en Gran Bretaña.
En aquella época donde aún no existía el canal de Panamá, Península Mitre fue testigo de la explosión comercial con la que cerraba el siglo y hoy, nos comparte sus recuerdos. Julián Varsavsky, un reconocido cronista de viajes, cuenta para Clarín la experiencia en primera persona de caminar entre los mástiles enterrados del “Duquesa de Albany”.
El relato de Varsavsky conmueve y ofrece una real dimensión del enorme valor que tiene la tierra que mira su ojo foráneo: la belleza de una naturaleza tan única como importante para el ecosistema se combina con estas piezas históricas que se le presentan semi enterradas en eso que el viajero llama “lo épico de la catástrofe”.
Las historias que empezaron o terminaron en el Cabo de Hornos siguen vigentes y, lejos de quedar en el olvido, el enorme patrimonio cultural que las sobrevive generan fuerte interés, en tanto guardan misterios e historias veladas en un entorno natural que también está oculto para muchos, aunque todos disfruten de sus beneficios.
La capacidad que tienen las turberas de Península Mitre de absorber y fijar carbono, la convierten en un ecosistema clave para la lucha contra el calentamiento global; sus humedales hacen que sea, este, uno de los espacios de mayor valor ambiental de Argentina.
Agencia Ambiental