Ushuaia 18 de diciembre 2022.- La Comunidad Indígena Rafaela Ishton del Pueblo Selk´nam responsabiliza al Gobierno de Tierra del Fuego por el ecocidio ocasionado en la Reserva Natural Corazón de la Isla que afectará a siete generaciones de fueguinos. Con su desidia e impericia, el Ministerio de Producción y Ambiente y el Ministerio de Gobierno permitieron que se incendien 12 mil hectáreas de bosque nativo que pertenecieron a nuestro pueblo milenario y que hoy están bajo la completa tutela del Estado Provincial.
Esta tragedia ambiental que aún no termina, implica un largo manchón negro sobre una superficie –hasta ahora- 4 veces más grande que la de Ushuaia, la pérdida de masa boscosa y por ende el ecosistema de miles de especies que demandará cientos de años recuperar. Ocurre en el mismo momento en que este gobierno persigue a nuestra comunidad indígena para impedirnos usar nuestros recursos naturales. Por angurria, con la torpeza del chancho que tumba la pileta de comida intentando quedarse con el choclo ajeno, hipotecaron el futuro de la provincia por no proteger las tierras arrebatadas a nuestro pueblo hace 140 años, mirando a ver qué más nos pueden robar.
La Provincia recibe sumas millonarias de Nación provenientes de la Ley de Bosques para tener un Plan de Manejo del Fuego eficaz y evitar que un fogón mal apagado termine en una catástrofe ambiental como la que está ocurriendo.
Es más: En octubre, por convenio con el Ministerio de Turismo de la Nación, el Infuetur tenía que tener finalizada una central contra incendios en el lugar donde ocurrió esta tragedia para lo recibió 90 millones de pesos. Ningún funcionario salió a explicar qué hicieron con ese dinero, ni con los 50 millones que Cabandié liberó en septiembre último para equipar a los brigadistas.
Y lo más grave: Ni la Justicia Federal ni la Justicia Provincial iniciaron una investigación de oficio para esclarecer estos hechos que a simple vista parecen un acto de corrupción.
Un año antes, cuando ocurrió el incendio en el aserradero El Litoral y quedó al descubierto la falta de controles del Ministerio de Producción y Ambiente sobre las quemas a cielo abierto y la acumulación de residuos generados por los aserraderos, el Fiscal de Estado pidió copia del Plan de Manejo del Fuego de la provincia y nunca se lo dieron. Es decir que probablemente nunca lo tuvieron y ahí tampoco ni la Legislatura ni la Justicia hicieron nada.
En enero de este año, cuando la Nación declaró la emergencia ígnea por la seguidilla de incendios forestales en la Patagonia, Tierra del Fuego adhirió y se comprometió a prohibir el fuego a cielo abierto y hacer valer su poder de policía para evitar que esto ocurra. Es decir que estábamos en emergencia cuando no construyeron la central contra incendios en la Reserva Corazón de la Isla, y cuando se tomaron todo su tiempo para actuar e intervenir cuando los estancieros avisaron que había una columna de humo en el bosque.
Además de no explicar qué hicieron con todo el dinero que recibieron de Nación para evitar este ecocidio, hace unos días la Legislatura autorizó a usar 2000 millones de pesos que son de todos los fueguinos para manejar discrecionalmente con la excusa de este incendio.
Mientras tanto, a nosotros, los indios, nos extorsionan para que les firmemos unos papeles para que ellos puedan manejar el único pedazo de tierra que el Estado nos dejó como compensación por el genocidio perpetrado contra nuestro pueblo.
Presentamos un amparo en la Justicia por esta situación y los jueces también se toman su tiempo, como cuando empezó el fuego, olvidando que detrás de este reclamo hay vidas, hay familias que están penando para poner un plato de comida en la mesa.
El ecocidio que está sufriendo Tolhuin tiene responsables y son las autoridades de los Ministerios de Producción y Ambiente y de Gobierno que tienen a su cargo el Plan de Manejo del Fuego y no hicieron nada para protegerlo. La Legislatura y el Poder Judicial tienen la obligación de interpelarlos para que se conozca la cadena de responsabilidades gubernamentales por esta catástrofe ambiental y de una vez por todas se haga Justicia, por nuestros antepasados, por nuestros hijos y por los nietos de nuestros hijos.