Buenos Aires 17 de Octubre 2016.- La canciller Susana Malcorra afirmó que intenta «cambiar el tenor» del vínculo con Gran Bretaña para que no haya «hipótesis de conflicto» en torno a las islas Malvinas -cuya soberanía es reclamada por Argentina- y así quitarle sentido a los ejercicios militares que realizan los ingleses en los mares de Sudamérica.
Consultada sobre el anuncio de nuevas prácticas bélicas por parte de los británicos asentados en las islas a partir del martes 18, la funcionaria restó importancia al hecho al sostener que esto «viene ocurriendo hace más de 20 años», cada año «alrededor de esta época».»No ocurrió esto de manera novedosa», insistió y remarcó que desde el gobierno de Mauricio Macri «estamos intentando cambiar el temor de nuestro vínculo» con Gran Bretaña.
En ese sentido, aseguró en declaraciones a Radio del Plata que «vamos a tratar de establecer una relación que haga que la hipótesis de conflicto no esté allí». Según Malcorra, con se conseguiría que «no estando la hipótesis de conflito no tenga sentido hacer este tipo de ejercicios».
Según la canciller, quien se encuentra en Roma como parte de la comitiva que acompaña al presidente Macri en su viaje a Roma y el Vaticano, la situación de tensión que generó el anuncio británico de los nuevos ejercicios militares se debe a que aún se tiene muy presente las consecuencias de la Guerra de Malvinas.
En una entrevista publicada por el diario La Nación, la funcionaria expresó su «pena» ese anuncio británico «después de nuestro comunicado conjunto con una serie de buenas intenciones hacia adelante». Ello, consideró que «muestra que del otro lado hay aún hoy un impacto de aquella guerra». «Nosotros estamos aún hoy viviendo las consecuencias de la Guerra de Malvinas y no nos podemos olvidar nunca de eso», insistió.
Esta situación llevará, según Malcorra, a «una conversación de fondo para la construcción de confianza». No obstante, dijo que será dificultoso dado que la información fue recibida sin previo aviso: «Nos tomó por sorpresa. No hubo nada, lo cual no es bueno. No ayuda a la creación de confianza». Sobre esa cuestión amplió: «Esto ha sido parte de la automaticidad de la burocracia de las distintas fuerzas del Reino Unido, que siguieron avanzando con su planificación como hicieron todos los años», a la vez que reconoció que la acción «deja un sabor amargo».
De todas formas, aclaró que «nos tenemos que sentar con nuestros interlocutores y ver si en esa construcción paso a paso podemos avanzar sin sorpresas».
«La solución de conflictos de largo plazo, con mucha historia y con mucha emoción, no se produce de un momento a otro, se construye. Tendremos que intentar hacerlo», indicó.