Ushuaia 31 de enero 2019.- El profesor Fernando Temari, titular de la mesa provincial de Generación para un Encuentro Nacional (GEN), criticó fuertemente el doble criterio de la Legislatura para sancionar determinadas leyes. «Apoyaron endeudarse en millones de dólares para comprar un casino porque tiene casi 4 mil firmas en Change.org pero miran para otro lado con las salmoneras, que tiene casi 40 mil firmas de rechazo en la misma plataforma. Realmente me pregunto si los legisladores miran a la gente o piensan en decir a todo que sí a un gobierno en retirada como el de Rosana Bertone», fustigó.
«Es bastante notorio el doble estándar que utilizan los parlamentarios a la hora de legislar. Indudablemente hoy parecen estar más preocupados por ver de qué manera sobreviven después de la elección. La entrega de la Hostería Petrel a un grupo empresario ligado a un legislador de la mayoría automática levantamanos de Bertone o la entrega de hectáreas en el parque industrial de Ushuaia a un empresario de logística que también está vinculado al poder político nacional, son la preclara muestra de que hay gente que no tiene ningún reparo en estar de ambos lados de la ventanilla sin dar explicaciones y evitando que se sepan esas negociaciones disfrazadas de leyes», ejemplificó Temari.
Por último, «la Legislatura debe ser la caja de resonancia y el ámbito en donde se discutan las verdaderas preocupaciones de los fueguinos. El estado de los hospitales con una obra de ampliación en Ushuaia que no parece tener movimiento después de estudios de suelo que no dieron los resultados que se esperaban; empleados estatales sin aumento pero con una inflación que supera el ciento por ciento; un Ministerio de Educación que sigue trabajando sin gas y sin condiciones de higiene y salubridad que seguramente el ministro de Trabajo le exigiría a cualquier empresa; un presupuesto que no fue aprobado y por ende no sabemos en qué ni cómo se va a gastar el dinero de todos los fueguinos quedando presos de la discrecionalidad y arbitrariedad de un grupo de funcionarios que están muy cómodos sentados en San Martín 450 y otros edificios repartidos por las ciudades pero, como vemos, alejados de lo que siente y afecta al vecino de a pie».