Ushuaia 08 de Diciembre 2016.- El recambio de autoridades nacionales trajo para los familiares de los caídos una luz de esperanza en lo atinente a suponer que serían al menos tenidos en cuenta, pero tropezaron con una decisión tomada por la canciller Susana Malcorra. «Necesitamos por favor que la ministra nos atienda»
El cementerio de Darwin alberga los cuerpos de 237 combatientes argentinos. El saldo total de víctimas fue de 649, de los cuales algunas fueron transportadas al continente, otros descansan en el fondo del mar (en especial los muertos del Crucero ARA Genera Belgrano), mientras que 89 cuerpos jamás fueron encontrados en virtud de haber sido objeto del accionar de minas antipersonales o piezas de artillería de gran calibre.
De la cifra enterrada en Darwin, 123 cuerpos no han sido identificados y sobre ellos es precisamente donde se centra el interés del gobierno argentino.
Sin embargo, los integrantes de la Comisión dicen que las autoridades nacionales no han tenido en cuenta consideraciones que van desde lo humano hasta lo político y que tocan resortes muy sensibles a la hora de ser analizados.
Para Osavaldo Said, padre de un soldado integrante del regimiento 7, la exhumación de restos es lisa y llanamente un sacrilegio que no hará más que reavivar el dolor de familias que hace 34 años sufren el calvario de la pérdida.
Según cuentan, muchas familias eligen una de esas 123 tumbas sin identificar para rendir homenaje al familiar caído. «¿Qué pasaría si del reconocimiento que se efectúe surgen por descarte los nombres de los 89 caídos que allí no están? ¿Les negaremos a esos familiares la posibilidad de volver a Darwin?», se preguntan.
La Comisión de familiares ha cursado una extensa carta a la Cancillería en la que indica que sólo una porción minoritaria de familiares han sido encuestados, remarcando que incluso se ha entrevistado a familiares de caídos cuyos cuerpos jamás han sido recuperados por la simple razón que han perecido en los hundimientos del Crucero Belgrano, del buque mercante «Isla de los Estados».
Lejos del dolor de los familiares, oficiales de las tres FFAA Veteranos de Guerra, en general abonan la teoría que señala que el «campo santo» no debe ser profanado.
Fuente Infobae