Ushuaia 06 de julio 2025.- A través de una carta abierta dirigida al Gobierno de Tierra del Fuego, a la comunidad fueguina y a quienes visitan las montañas, los guías de montaña profesionales de Ushuaia continúan manifestando su profunda preocupación ante la reciente resolución de la Secretaría de Medio Ambiente provincial, que prohíbe el ingreso a las cuevas de hielo del Glaciar Vinciguerra, uno de los paisajes más emblemáticos y valorados del entorno natural fueguino.
Desde el colectivo de guías, se cuestiona que la medida fue tomada de manera unilateral, sin consulta previa, y sin la presentación pública de un informe técnico detallado o un estudio multidisciplinario que respalde científicamente la decisión.
“Somos conscientes del riesgo inherente a toda actividad de montaña, pero ese riesgo no se elimina con la prohibición, se gestiona”, señalaron en la misiva.
Los profesionales sostienen que su formación, experiencia y protocolos de seguridad implementados en terrenopermiten operar de forma responsable en entornos naturales complejos como las cuevas de hielo. Aseguran que el ingreso solo se realiza cuando las condiciones lo permiten, con criterio técnico y equipamiento adecuado.Además, remarcaron que este tipo de excursiones no existía hace más de 15 años y que fue el propio sector de guías locales quien desarrolló, profesionalizó y posicionó esta oferta de turismo de invierno, generando empleo, identidad local y un fuerte vínculo con la montaña.
“Hoy vemos con preocupación cómo se avanzan decisiones que nos excluyen, nos silencian y nos quitan nuestra fuente de trabajo, en lugar de convocarnos para construir soluciones conjuntas”, manifestaron.
Entre los principales reclamos, solicitaron:
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Que se haga público el informe técnico que motivó la restricción.
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Que se convoque a una mesa de trabajo multidisciplinaria con especialistas en turismo, seguridad, medio ambiente y montaña.
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Que se trabaje en la creación de un protocolo oficial de acceso responsable, tal como ocurre en Canadá, Suiza o en localidades argentinas como El Chaltén o El Calafate, donde estas experiencias se regulan, no se prohíben.
La carta deja en claro que el objetivo no es confrontar, sino colaborar activamente en el diseño de políticas sustentables que valoren el entorno natural sin excluir a quienes lo conocen, lo cuidan y viven de él.
“Nuestra profesión no es una aventura improvisada. Es una disciplina que aporta seguridad, desarrollo local y un modelo de convivencia respetuosa con la montaña. Queremos seguir trabajando en ella”, concluyeron.