Ushuaia 27 de mayo 2021.- Luego de la inauguración del Polo Creativo hace unas semanas, el gobernador Gustavo Melella dialogó con la prensa y al referirse a la necesidad de un puerto en la ciudad de Río Grande el portal “TDF al día” transcribió: “los riograndenses tienen que olvidarse de ese puerto que quedó ahí como monumento a no  sé qué cosa. De ese puerto hay que olvidarse porque es una situación muy compleja”.

También afirmó que “la provincia no tiene fondos” para afrontar la construcción de un puerto nuevo desde cero.

En este sentido es preciso aclarar que un Gobernador no debe ser un experto en todas las cuestiones relacionadas al ejecutivo, pero sí es menester que se rodee de profesionales idóneos para ser asesorado convenientemente y en pos del desarrollo sustentable provincial. En específico, ahondando en los dichos del Gobernador, me pregunto si los funcionarios de los entes técnicos creados para atender las cuestiones portuarias, pesqueras, industriales y económicas: ¿tienen especificidad para el cargo?, o simplemente son funcionales a cualquier secretaría, dirección o ministerio.

 

Estar a la altura de las circunstancias en esta provincia marítima importaría responder, por ejemplo: ¿Cuál es el Plan Estratégico de desarrollo portuario para la provincia? ¿cuáles son sus bases? ¿Medimos la concreción de los objetivos propuestos? A priori, en este sentido, se avizora el rumbo de varadura que le asesoran al capitán del buque.

Pareciera imprudente que le induzcan a expresar al Gobernador de una provincia netamente insular, marítima y bicontinental, que no hace falta otro puerto, y que los más de un millón de kilómetros cuadrados de superficie provincial se pueden administrar, explotar y controlar con la única infraestructura disponible.

 

Vamos a hacer una somera, y no exclusiva, descripción de por qué pareciera una frase desacertada:

1- Geopolítica: Ushuaia es un puerto que se encuentra en el Canal Beagle a 8/10 hs del frente marítimo, ciertamente es el más cercano al continente antártico, pero no lo es tanto del complejo insular ocupado ilegalmente. Hasta tanto llevemos una adecuada política marítima estos territorios permanecerán desconectados de nuestra realidad. Ushuaia es la puerta de entrada a la Antártida, pero lo es del frente marítimo de las Islas del Atlántico Sur?

Es necesaria una rápida salida al mar para estar presente en el momento adecuado. Tanto los buques de la Armada Argentina como los de Prefectura Naval deberían tener una opción más de atraque y salto hacia la defensa de los intereses nacionales. También los buques científicos, pesqueros, cargueros, etc, colaboran con esta tarea diaria, ya que cada argentino se constituye como protector de las leyes, y una base de operaciones en un puerto con salida al mar podría colaborar con este fin. ¿Ushuaia cumple con esta misión fuera de la temporada de cruceros cuando las rutas comerciales son otras?

2- Cultura náutica: Una isla que carece de oportunidades de difundir la cultura náutica tiende inexorablemente a desconectarse de lo que lo rodea. Un puerto en Río Grande permitiría a través de actividades náutico-deportivas, crear esa conciencia marítima que no abunda en la provincia. Hoy, un velero que zarpa de la Provincia de Santa Cruz no tiene resguardo hasta llegar a Ushuaia, ¿esa es la idea de provincia marítima que queremos ofrecer al mundo?

3- Conectividad y rutas logísticas: La situación actual de desprotección vivida frente al corte de ruta en Chile hace unas semanas es un buen aliciente para modificar nuestro modo de comerciar con el continente, ya no se puede hacer la vista gorda. Incluso bajo la órbita de los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU este sistema es pobre desde las miradas económicas (ineficiente), ambientales (dañino) y sociales (fomenta un desigual nivel de vida). Todo lo que se consume ingresa por camión, salvo algunos de los insumos de las industrias promovidas. Nada se exporta por vía marítima.

Concentrar todo en un solo puerto genera tiempos muertos de espera, congestión y mala atención del cliente.

4- Industria: La exención impositiva que posee la provincia genera cierta ganancia para las empresas que acceden, pero el uso ineficiente y costoso del transporte desequilibra esa balanza, y corre riesgo la cadena de valor. En definitiva, redunda en productos menos competitivos. Todavía cuesta creer que en la actual crisis global por falta de TEU´s, en la provincia transiten muchos contenedores ociosos por falta de incentivos. Se da por descontada la oportunidad que puede generar la industria petroquímica, offshore y pesquera en el Norte de la Isla Grande.

 

Estas son algunas de las razones que fundan, no solo la necesidad de un puerto en la Ciudad de Río Grande, sino también un cambio de perspectiva y mayor capacitación marítima de los funcionarios que asesoran al Gobernador y que velan por el desarrollo de los habitantes de la provincia.

Un ejemplo para portuario allanar el camino: el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca en el año 2017 inició, junto a la consultora internacional Port Consultants Rotterdam (PCR), el Plan Estratégico con miras al año 2040. A la vista están los resultados positivos del consorcio.

También otra medida de cambio podría estar dada por cumplir con el Artículo 12 de la Ley provincial N° 69 de creación de la Dirección Provincial de Puertos. El “Consejo asesor portuario” con todos sus actores presentes debería asesorar, en forma no vinculante, a los funcionarios políticos.

La sociedad entera celebraría iniciar este proyecto de provincia marítima, transversal a cualquier área de gobierno o legislativa, y para todos los espacios incluidos en el Artículo 2° de la Constitución Provincial: Tierra del Fuego, Antártida, Islas del Atlántico Sur, y “espacios marítimos circundantes”.

(*) Lic. Alejandro Vinazza. Docente UTN FRTDF – Miembro del Grupo de Estudios Logísticos UTN “Antártida Argentina” (UTNAA).