Ushuaia 4 de junio 2019.- Hace tres años y medio que me nombran. Gobiernan Uds.
Hace 3 años y medio que construyen un relato plagado de falacias, contradicciones y mentiras.
Emulando al Macrismo no han dejado de predicar la “pesada herencia”, aunque todos los datos duros sociales o económicos los desmientan.
Ya está. Ya lo hicieron y ahora quieren concluir la tarea cerrando un círculo a través del cual pretenden que tampoco pueda opinar o militar.
Soy Secretaria General del Partido Social Patagónico, fuerza política constituida hace nueve años en la Provincia que ha cumplido y cumple con todos los requisitos legales exigidos, que nunca ha dejado de convocar a sus cuerpos orgánicos para tomar decisiones en cuanto a su participación política y que para ello no requiere de su aprobación, hemos ido conformando frentes, orgánicos o de hecho, en el 2017 y en estas elecciones.
En 2017 constituimos el Frente Ciudadano y Social que ganó la elección junto a otras agrupaciones políticas, con las que hoy coincidimos y con otras que hoy son aliadas al Gobierno de la Provincia.
En esta elección vamos con otras fuerzas políticas y organizaciones pero con el nombre de nuestro partido. Así lo han autorizado nuestros cuerpos orgánicos.
En esta elección no soy candidata, y como Uds. saben, porque sí compiten, en el acotado tiempo de la campaña se discute el presente y el futuro.
De manera anacrónica y claramente explicable desde un Manual de prácticas políticas para principiantes, baten parches con constantes referencias sobre mi persona y mi gestión, para poder cerrar el círculo: construir el enemigo interno y con todo el poder asociar a su actuales contrincantes con el enemigo construido (en este caso la enemiga).
Así se entiende por qué eligieron reclutar a especialistas en noticias falsas. Están desplegando estrategias de guerra, importa el daño , no la verdad, ni la racionalidad de las aseveraciones que promocionan por suculentas sumas de dinero.
Quieren confrontar con el rival equivocado, porque no pueden explicar las consecuencias de sus decisiones políticas, emplean tiempo, recursos y militantes repetidores de consignas para denostar una gestión que tuvo que hacerse cargo anticipadamente y terminó hace ya casi cuatro años, con una transición ordenada y transparente, con indicadores económicos y sociales que han empeorado desde entonces.
Han construido un relato durante tres años y medio, donde han abundado los adjetivos calificativos del menoscabo.
Han hablado de los “funcionarios de la gestión del PSP” -sólo de algunos- sin mencionar siquiera los que integran las suyas propias, que pueden contarse por decenas y ocupando cargos de gran responsabilidad. Tampoco hay muchos periodistas que se los recuerden.
Hace la misma cantidad de tiempo que espero que cada vez que se refirieron a mi o a mi gestión consultaran al respecto. Se ha derogado de facto el derecho a réplica.
Hace la misma cantidad de tiempo que espero que requieran para constatar lo que dice el gobierno pidan la documentación de la transición.
Pero ahora es tiempo de otros protagonistas- de los candidatos y candidatas- y Uds. que siguen sin asumir el rol.
Se esconden con excusas para no contar como van a hacer algo distinto a lo que supieron construir.
Lejos de explicar o debatir, piden explicaciones a los contrincantes.
No dicen por qué endeudaron en dólares por 10 años a la provincia, para hacer obras públicas que no hicieron, en vez de utilizar los fondos del Fideicomiso Austral vigente hasta fin de este año, o por qué invirtieron los fondos de ese endeudamiento en bonos del gobierno nacional a un interés sustancialmente inferior al que paga la provincia, o por qué siguen hablando del caótico estado en que recibieron las cuentas públicas, en abierta contradicción a lo expresado en el prospecto del bono de referencia, o por qué minimizaron todas las señales de la brutal pérdida de empleo en el sector industrial negando ante cada reclamo una realidad incontrastable: la desocupación y la pérdida de competitividad de la industria fueguina.
No explican por qué decidieron dejar caer los índices de transparencia de la gestión económica provincial, o por qué una gestión que en 2015 prometía trabajar con los empleados públicos de carrera no ha habilitado una sola discusión paritaria, violando normativa vigente y persigue y hostiga trabajadores controlando comentarios, redes sociales personales señalando las opiniones adversas a la gestión.
La campaña se ha transformado en una batalla campal, donde no se discuten propuestas, ideas o argumentos, solo se apela al recurso de la reiteración rentada o militante de las noticias falsas, el menoscabo personal, o lisa y llanamente la mentira.
No está en discusión el pasado sesgado que quieren imponer a fuerza de repetición.
Es el presente y el futuro el que debe ponerse en consideración y el oficialismo no está dispuesto a dar explicaciones. Por lo menos de eso tendrán que hacerse cargo.
Quedan 15 días de campaña y todavía podrían- si quisieran- ordenar sus prioridades y respetar al electorado.
Ojalá decidan hacerlo.
Yo estoy aquí, como hace 32 años. Militando y proponiendo, con aciertos y errores, con triunfos y derrotas, pero haciendo lo que creo que tengo que hacer. Aunque a Uds. no lo toleren.