Ushuaia 07 de febrero 2023.- La reconocida nadadora Bárbara Hernández, busca visibilizar de esta forma, una de las áreas marinas más afectadas por el cambio climático y donde opera la pesquería del kril antártico, y promueve la necesidad de protegerla. 

En el año 2018 Chile y Argentina propusieron dentro del contexto de la Convención para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCRVMA) la protección de la Península Antártica, a través de la creación de un Área Marina Protegida (AMP), en el sector conocido como Dominio 1. Es en ese mismo sector del Continente Blanco donde Bárbara dejó su marca, nadando 2.5 kilómetros.

La hazaña tuvo lugar en la única región del planeta donde, a través del Tratado Antártico, hace más de 70 años se prioriza la cooperación internacional para el desarrollo científico y la garantía de la paz: la Antártida.

En la Península Antártica, se concentran grandes cantidades de kril, un pequeño crustáceo que es la base de la cadena trófica marina antártica. Toda la fauna que vive en la costa o en el aire en la Antártida, depende exclusivamente del mar y del kril antártico. 

La propuesta del Área Protegida, presentada por Chile y Argentina que abarca 670.000 kilómetros cuadrados, busca salvaguardar esta región donde se concentra el kril, fuente vital de alimento, que actualmente se encuentra amenazada por los cambios de la crisis climática y la pesca industrial. 

 

El esfuerzo de Bárbara es, antes que nada, un mensaje urgente.

Consciente y comprometida con esta preocupante situación ambiental, la reconocida nadadora chilena de aguas frías Bárbara Hernández batió el récord en su especialidad en las aguas gélidas de la Antártida, buscando visibilizar la propuesta binacional, para que se convierta en prioridad para la CCRVMA, que es el organismo internacional parte del Sistema del Tratado Antártico creado para proteger la vida marina.

“Es un gran honor nadar en esta parte del mundo tan increíble. Veo los cambios que están ocurriendo en nuestro océano y espero que a través de este nado, pueda inspirar a las personas a tomar medidas para proteger esta área mágica”, expresó Bárbara, que para su misión contó con el apoyo del Buque Janequeo de la Armada Chilena, el Banco de Chile y la Antarctic and Southern Ocean Coalition (ASOC).

Rodolfo Werner es asesor de ASOC y de Agenda Antártica, y viene trabajando hace 20 años en estos temas. Para Rodolfo, esta acción “no es importante solo a nivel deportivo, sino que también es un buen ejemplo del compromiso que le pone Bárbara a la conservación de esta área tan especial de la Antártida. Hazañas como esta, sirven para llamar la atención de la ciudadanía sobre estos temas que deberían ser claves en las agendas políticas de los países miembros de la CCRVMA. Es un llamado a los representantes de los países a realizar los esfuerzos que sean necesarios para lograr la protección de estas aguas”.

En 2011, los países miembros de la CCRVMA (en inglés CCAMLR – Commission for the Conservation of Antarctic Marine Living Resources) se comprometieron a establecer una red de Áreas Marinas Protegidas (AMPs) para garantizar la conservación de la vida marina en las aguas circundantes al continente antártico y, de esta forma, proteger la zona y permitir que el ecosistema haga uso de su propia resiliencia para adaptarse a los efectos provocados por el cambio climático. Para avanzar en el desarrollo de propuestas de AMPs, la CCRVMA dividió las aguas antárticas en zonas, llamadas Dominios.

Agencia Ambiental 

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