Ushuaia 03 de septiembre 2020.- Aída Kemelmajer de Carlucci, una de las máximas juristas argentinas, describió como un “escenario negativo” que el Consejo de la Magistratura de Tierra del Fuego esté compuesto por siete hombres y que el sistema de selección de jueces no incluya un examen escrito a cargo de un jurado técnico.

La ex integrante de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza opinó que cuando el organismo encargado de elegir a los magistrados tiene un “buen funcionamiento” no es necesario incluir cláusulas expresas de paridad de género, pero se sorprendió tanto con la conformación enteramente masculina del Consejo fueguino como de la ausencia de una evaluación técnica.

La doctora en Derecho por la Universidad de Mendoza, y miembro de las Academias Nacionales de Derecho y Ciencia de Buenos Aires y Córdoba, se refirió al tema durante una extensa entrevista con Dar la palabra.

Allí se la consultó, entre otros asuntos, sobre la proporción de mujeres juezas que ostenta el Poder Judicial provincial (el 18,6%) el menor porcentaje de todo el país según un relevamiento de la Oficina de Mujeres de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

 

Al respecto, Kemelmajer de Carlucci dijo que esa circunstancia debe ser estudiada en profundidad, porque puede obedecer a “distintos factores”, como la menor cantidad de abogadas mujeres en el distrito, entre otras.
También consideró que la cantidad de mujeres en diferentes ámbitos “no es garantía de perspectiva de género” porque “hay muchas mujeres que por formación u otros motivos pueden llegar a discriminar igual o más que los hombres”.
En esa línea, explicó que no es partidaria de cláusulas de género, como un cupo femenino, en los consejos de la magistratura, siempre y cuando “esos organismos funcionen bien”.

“Si es como usted me describe que los siete integrantes actuales son hombres y no hay examen con jurado técnico, el escenario es absolutamente negativo. Un Consejo de la Magistratura que funciona bien toma exámenes técnicos. Hay una primera etapa donde todo el mundo está igualado. Resuelven un mismo caso, son evaluados sobre la misma base. Es una primera etapa de absoluta igualación”, destacó la miembro honoraria de la Real Academia de Derecho y Legislación de Madrid, España.

En ese sentido, llamó también a preguntarse “por qué son siete hombres los consejeros” y “cómo llegó cada uno a ese lugar” porque “si vienen con pautas sociales discriminadoras, no van a responder a esta pluralidad que creemos estar buscando”, indicó. Sobre el sistema de selección de jueces, la jurista insistió que “el primer escalón es técnico, porque el juez tiene que saber Derecho”.

 

“En una segunda etapa se le pueden incluir preguntas u otras evaluaciones. Por supuesto que un juez no solo debe saber Derecho, porque puede saber mucho pero carecer, por ejemplo, de sentido de la vulnerabilidad social. Pero no se puede ser juez no sabiendo Derecho, y creyendo que uno va a aprender mientras está sentado en el escritorio”, observó Kemelmajer, que en 2016 recibió el Premio Konex de Brillante como la más destacada personalidad en Humanidades de la última década en Argentina, una de las máximas distinciones que se otorgan en el país.

Sobre la justicia en términos generales, dijo que espera un Poder Judicial que “responda a los nuevos tiempos, y para esto lo primero que tiene que responder es de manera eficaz”, subrayó.

En ese sentido, habló de los tiempos para lograr una sentencia pero también de su cumplimiento: “si la Justicia no es eficaz se queda en los papeles”.

“Sueño con una Justicia que tome acciones positivas. Y que las tome particularmente con las personas que la sociedad discrimina, para poder realmente igualar las cosas. Con las mujeres, sobgre todo las pobres, con los jóvenes y adolescentes que vienen de familias vulnerables. Esa es la discriminación social que la Justicia tiene que levantar”, analizó la prestigiosa jurista argentina.

Fuente: Dar la Palabra – Gabriel Ramonet