Ushuaia 30 de junio 2021.- Tierra del Fuego prohibió las salmoneras en el Canal de Beagle. La ley, aprobada por unanimidad por la Legislatura fueguina y que consta de siete artículos, fue presentada el 20 de marzo de 2019 por la actual vicegobernadora -en su momento legisladora-, Mónica Urquiza, y el legislador Pablo Villegas (Movimiento Popular Fueguino). Argentina se convirtió así en la primera nación que se pronuncia en contra de ese tipo de proceso de producción industrial que atenta contra el ambiente y el ecosistema natural.

“La sanción de esta ley es una clara y contundente definición institucional que destaca la importancia que tiene para los fueguinos la protección y conservación de nuestros recursos naturales, del patrimonio genético de nuestros seres vivos y de su ambiente para un desarrollo económico sostenible”, resaltó el legislador Villegas.

David Alday, representante de la comunidad Yagán, afirmó: “Es un hito tremendo el que han logrado del otro lado del Canal. Nosotros conseguimos sacar las salmoneras y ustedes lograron que no haya salmonicultura, esto tiene un gran impacto para nosotros, es una señal y un respaldo a nuestra comunidad y territorio indígena y al archipiélago”. Y resaltó: “Queremos que en Chile esto se sepa, que del último lugar del planeta se ejecutó un hito contra una industria tan destructiva como la salmonicultura”.

 

Historia reciente

 

En 2018, el gobierno nacional y el de la provincia de Tierra del Fuego otorgaron a la Corona Noruega la posibilidad de desarrollar la salmonicultura en el Canal de Beagle. En marzo de ese año se firmaron tres convenios entre Innovation Norway, el Ministerio de Agroindustria, Fundación Argentina para la Promoción de Inversiones y Comercio Exterior, y la Provincia de Tierra del Fuego. Estos acuerdos se realizaron dentro del marco de la Ley Nacional de Acuicultura, y buscaban promover el desarrollo de la industria.

La salmonicultura es la siembra y cosecha intensiva de salmónidos bajo condiciones controladas para fines comerciales. En este tipo de producción, los salmones engordan en “jaulas de redes abiertas o flotantes” ubicadas normalmente en bahías y fiordos a lo largo de las costas, una técnica que se originó en Noruega a finales de 1960. Las jaulas tienen el tamaño de una cancha de fútbol.

La jornada, de la que participaron unas 500 personas, también contó con el testimonio de Augusto De Camillis, buzo y camarógrafo local de la ONG Beagle Secretos del Mar, quien relató su experiencia buceando dentro las jaulas y explicó lo difícil que le resulta contar lo que vio. “Muerte es la primera palabra que se me viene a la cabeza”, describió.

 

Cuáles son los impactos en el ambiente:

1) La introducción de una especie exótica como el salmón altera los ecosistemas naturales al depredar sobre especies nativas y competir con ellas por el alimento. Como sucedió en Chile, los salmones pueden escapar de las jaulas por diferentes causas (otros animales rompen las redes para acceder al salmón, por error de manejo humano o por causas ambientales como una tormenta) y generar efectos irreversibles en el medioambiente.

2) Luego de 8 años, la jaula de salmón termina por destruir toda la biodiversidad del sector donde fue instalada, matando a todos los seres vivos y dejando un espacio muerto de muy difícil regeneración. Cada jaula ocupa el tamaño de una cancha de fútbol en extensión.

 

Las aguas de Tierra del Fuego concentran el 50% de los bosques de macroalgas que existen en Argentina, uno de los grandes sumideros de carbono del planeta y hogar de una gran cantidad de fauna asociada.

El Canal de Beagle es un refugio para todas las especies que lo visitan o viven allí, como ballenas jorobadas, delfines australes, lobos marinos de un pelo y dos pelos y distintas aves marinas.

Fuente Infobae