Buenos Aires 18 de mayo 2017.- Siete gobernadores del peronismo acordaron trabajar por la renovación del partido pero advirtieron que ese proceso ocurrirá «después de las elecciones». Así y todo, volverán a reunirse en un mes, cita a la que invitarán a los demás mandatarios del PJ.
Los caciques, que en general tiene buena relación con el gobierno de Mauricio Macri, se comprometieron a colaborar con la gobernabilidad nacional, pero pidieron que sea un trato recíproco.
«Tenemos problemas comunes y queremos soluciones que tienen que estar en el mismo camino. Somos gobernadores que queremos proponer una opción política» dijo Gustavo Bordet, que fue el anfitrión en la Casa de Entre Ríos en la Capital.
«Argentina necesita un peronismo organizado, un peronismo republicano y democrático, que exprese la producción y el trabajo, y la Justicia social que solo la puede hacer el Estado. No hay derrame del mercado que garantice la justicia social» aseguró el cordobés Juan Schiaretti.
Domingo Peppo, del Chaco, también habló, “Después de este proceso electoral, queremos darle forma a un espacio de gobernadores con poder real», aseguró, tras enfatizar que en octubre las elecciones son «locales».
Hubo, a la vez, un respaldo y una demanda al Gobierno nacional. «Queremos que al país le vaya bien. Por eso tenemos la voluntad de garantizar la gobernabilidad a rajatabla. Pero la gobernabilidad tiene que ser de ida y vuelta: que la Nación también le garantice la gobernabilidad a las provincias”, dijo Schiaretti. Reclamó que «el Gobierno nacional se fue quedando con recursos de las provincias y los debe devolver» Además del anfitrión, Schiaretti y Peppo, estuvieron Juan Manzur (Tucumán), Lucía Corpacci (Catamarca), Rosana Bertone (Tierra del Fuego) y Sergio Casas (La Rioja). También concurrió el aliado Hugo Passalacqua (Misiones), un ex radical . Además participó Pablo González, vicegobernador de Santa Cruz, que no estaba entre los invitados iniciales pero pidió participar del almuerzo.
A ese grupo deben sumarse, aunque no estuvieron presentes, el sanjuanino Sergio Uñac, que está de gira por China junto al presidente Mauricio Macri, y Juan Manuel Urtubey (Salta) que recién regresado al país, tenía agenda en su provincia.
Otra ausencias tiene una razón política. El encuentro, que armaron Schiaretti, Bordet y Manzur, excluyó a otros mandatarios del peronismo más distante del Gobierno nacional, como Carlos Verna (La Pampa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis) y Gildo Insfrán (Formosa). Tampoco se invitó a Alicia Kirchner a pesar de lo cual apareció su vice.
González, como contó ayer Clarín, tiene una relación tirante con Alicia Kirchner pero, dicen en Santa Cruz, eso no impide que operen a dúo a la hora de fortalecer la posición del gobierno provincial. De hecho, González ayer buscó esa foto para sumar respaldo institucionales de otros mandatarios peronistas frente a la crisis que atraviesa la provincia.
En el encuentro hizo un informe sobre la situación de Santa Cruz, habló de “persecución mediática” y aseguró que Nación no autorizó un endeudamiento -que usaba como garantía las regalías- pero elogió a Rogelio Frigerio como interlocutor. Su presencia generó cierta incomodidad inicial, porque el planteo de los mandatarios es que la Casa Rosada quiere mezclar peronismo y kirchnerista.
Tal como reveló Clarín el 7 de mayo, la intención del armado de esta nueva liga de gobernadores es tomar distancia de Cristina Kirchner y aislarse de lo percances de la interna del PJ en provincia de Buenos Aires.
Pero se superó al punto que los gobernadores acordaron extender la invitación a los demás gobernadores del justicialismo: Insfrán, Verna y Rodríguez Saá -también a Mario Das Neves de Chubut, que ayer se sacó una foto con Sergio Massa, del Frente Renovador (ver pág. 11)- para proponerles la formación de un espacio para «negociar en bloque» con la Nación.
Quedaron en verse nuevamente en junio con todos los gobernadores peronistas. Son 14, más dos «asociados», Passalacqua (Misiones), que ayer participó, y el clan Zamora, que gobierna Santiago del Estero.
