Ushuaia 27 de junio 2017.- El perro doméstico es un desarrollo del hombre, quien durante miles de años ha trabajado para obtener las diversas razas actuales. La contracara de la fuerte relación generada entre perro y ser humano es la dificultad para pensar que el perro doméstico pueda resultar un animal dañino. En las ciudades, el término perro callejero, errante o suelto se aplica a un perro libre de deambular fuera de un hogar de referencia, ya sea que tenga dueño o no, concepto que forma parte de un extenso documento denominado «Avances sobre la problemática de perros asilvestrados y sus efectos en las zonas rurales», elaborado por doce instituciones, co-editado por el Dr. Adrián Schiavini, Investigador CADIC-CONICET.

En declaraciones al cronista urbano, el investigador del Cadic fue contundente en cuanto al tratamiento urgente que se necesita para comenzar a intentar solucionar la problemática canina, «yo creo que falta valor por no decir testículos u ovarios en funcionarios, porque es más fácil sacarse una foto para meter en un medio y decir hicimos esto y no tomar medidas antipáticas como es proceder a eutanasia de perros que no pueden ser adoptados».

Además Schiavini, contó que dentro del grupo de trabajo donde se dan diferentes discusiones, «hemos planteado que no se puede descartar la eutanasia como una de las herramientas de control de la población canina, sobre todo en este momento donde la situación esta complicada que sirva como método de ataque inicial para reducir las poblaciones y que la gente pueda caminar segura por las calles de la ciudad, hoy tenemos que cambiar la mentalidad y lamentablemente no hay otra forma de avanzar en la solución de este problema».