Ushuaia 6 de agosto 2018.-La red “Socorro Rosa Tierra del Fuego”, nace dentro de la La Hoguera para brindar apoyo y contención a las mujeres y personas con capacidad de gestar. Acompañó a más de 80 mujeres y personas con capacidad de gestar en la Provincia en un año. Las socorristas dan información y contención a mujeres que deciden abortar, para que lo puedan hacer de forma segura, cuidando su salud y fundamentalmente respetando su decisión. Esa es, la gran diferencia entre el aborto feminista y el aborto clandestino.

En el Festival “Marea Verde”, organizado por La Hoguera en el marco del debate sobre la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, se presentó la red “Socorro Rosa Tierra del Fuego”, que integra “Socorristas en Red, feministas que abortamos”.

 

Es importante señalar que el quehacer de las socorristas es legal y legítimo. El derecho a recibir información es parte de los derechos humanos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos estipula en su Artículo 19, que el derecho fundamental a la libertad de expresión incluye el derecho de «investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”. Las socorristas forman una red nacional y están en cada provincia del país, conteniendo a las mujeres y a las personas con capacidad de gestar que el Estado abandona y que la Iglesia condena.

En un año, “Socorro Rosa TDF” acompañó 3 interrupciones legales de embarazo (ILE) en el Hospital Regional Ushuaia, en el marco del Protocolo de Aborto No punible, vigente en la Provincia. En estos casos quienes necesitaron acceder al ILE se contactaron vía mail o telefónicamente para coordinar un encuentro personal. A partir de ese primer paso, se teje una red con profesionales que garantizan el derecho a la salud de las mujeres, y una vez hecho el contacto, se programa el día y el horario, en que las mujeres podrán acceder a la práctica.

 

En el último año, más de 80 mujeres se contactaron con la red. Tienen entre 14 y 42 años. El 82 por ciento, ya son madres. En muchos casos, se trata de algún método anticonceptivo que no funcionó. En líneas generales se comunican cuando llevan entre 5 a 8 semanas de embarazo.

Pero la moral y el prejuicio se esconde en cada esfera del Estado detrás de la burocracia, impidiendo el derecho a decidir de las mujeres. Por eso, las socorristas, ayudan a superar esas “trabas administrativas” para lograr el acceso a un derecho vigente en Argentina hace casi 100 años.

 

Con toda claridad, atravesar por un aborto, no es un paseo en el parque. Es la última instancia. Justamente por eso, la frase de la campaña por el “aborto, legal, seguro y gratuito”, grita; “educación sexual, para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. No es fácil, y menos hoy.

Donde el Estado no está, están las socorristas, atendiendo, visitando, dando un abrazo, poniendo una palabra en un mar de silencios hostiles. Las mujeres en vez de encontrarse con una institución que las violenta y las humilla se encuentran con amigas que las abrazan y las cuidan. Nos tenemos entre nosotras. A veces no alcanza. El Estado debe estar presente para estas mujeres también. Por eso gritamos ¡Qué sea ley!