Ushuaia 18 de agosto 2018.- La inédita composición de nueve Ministros en el área de Economía del “mejor equipo de la historia” apenas pudo imaginar la vieja y conocida receta de atentar contra la soberanía económica del país y contra la estabilidad del pueblo trabajador: ajuste con récord de endeudamiento externo y devaluación del peso; congelamiento salarial con inflación y recesión; librecambismo con cierre de empresas nacionales y aumento del desempleo; someterse a la receta del FMI.

 

En esta etapa de ajuste sobre el ajuste sobre un escenario de crisis siempre encuentran algo más para restar. Ahora se quedaron con el Fondo Federal Solidario (Fondo de la Soja) que motorizaba la obra pública, mientras mantienen en suspenso el recorte de las asignaciones familiares y el diferencial por zona desfavorable sobre las jubilaciones.  Vienen por todo, se dice popularmente para calificar a la gestión de Mauricio Macri, y así está sucediendo.

 

Cuando hubo que hacerlo, desde la Concertación Fueguina denunciamos el llamado Pacto Fiscal y el Acuerdo por la Producción y el Empleo, que el Gobierno exhibió como un logro por tratarse de ajuste progresivo, congelamiento de sueldos y cierre gradual de la industria fueguina hacia 2023, sin un plan de inversión en infraestructura y logística que permita diversificar la matriz productiva y contener la destrucción de empleos. Tierra del Fuego lleva perdidos 7500 puestos de trabajo industriales y serán más en poco tiempo porque la reducción de aranceles a la importación se profundiza mes a mes haciendo perder competitividad a la producción fueguina, mientras la acelerada pérdida del poder adquisitivo de los argentinos retrae el consumo de los bienes fabricados en nuestra provincia haciendo que decaiga aún más la producción.

 

Frente a este esquema, que ya era muy claro desde el inicio de la gestión Macri, el Gobierno provincial ha sido un aliado silencioso. En este escenario de ajuste permanente, llegó incluso a espejar políticas como el creciente endeudamiento externo, que equivale a un presupuesto provincial, el congelamiento salarial en el sector público y el consentido sobre el sector metalúrgico, lo que frenó el consumo y trasladó la inamovilidad del salario a los trabajadores de las otras actividades económicas de la provincia.

 

A diferencia de la Provincia de Buenos Aires, la gran beneficiada en este nuevo esquema centralista,  Tierra del Fuego se ve nuevamente perjudicada. Ahora por la eliminación del Fondo Federal Solidario. Se trata del recorte de 520 millones de pesos que históricamente se destinaban a obras de infraestructura en Salud y Educación. Esto impacta en los Municipios, que coparticipaban esos recursos. Este nuevo ajuste significa obra pública que no se hace, es, por ejemplo, pérdida de recursos para que miles de nuestros vecinos puedan contar con servicios básicos de infraestructura.

 

Asistimos a un plan de empobrecimiento nacional, que empieza por el pueblo con el ajuste, el desempleo y la pérdida de poder adquisitivo por el congelamiento salarial y la imparable inflación; y sigue con el Estado, achicamiento, privatizaciones, pérdida de soberanía y endeudamiento. Mientras el Gobierno sólo mira a Buenos Aires y a las provincias más pobladas, recrudece el escenario social, político y económico a lo largo y ancho del país.